La seguridad alimentaria es esencial durante todo el año, pero en verano se requiere una mayor precaución debido a las altas temperaturas y las condiciones ambientales. Es importante tomar medidas para evitar la contaminación de los alimentos y garantizar su consumo seguro.
Según expertos en alimentación, es recomendable comprar alimentos frescos y perecederos al final de la compra y asegurarse de que conserven su cadena de frío en el lugar de compra y estén dentro de su fecha de vencimiento. Además, al manipular los alimentos se debe utilizar utensilios diferentes para alimentos crudos, cocidos y listos para consumir. Es importante también lavarse las manos y limpiar las mesadas y utensilios antes de preparar los alimentos.
Una vez preparados, es importante servir los alimentos inmediatamente y no dejarlos a temperatura ambiente por más de 1 a 2 horas. Es recomendable también mantener los alimentos en un lugar fresco y ventilado, y evitar su exposición directa al sol.
Además, es importante recordar que la carne de pollo es un alimento saludable y sustentable, y consumirla con moderación es una excelente opción para cuidar la salud y el medio ambiente.
En resumen, tomar precauciones como cuidar los alimentos desde el momento de la compra hasta el consumo, manipularlos adecuadamente, mantenerlos en condiciones adecuadas y elegir opciones saludables son clave para garantizar la seguridad alimentaria en verano.
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Fuente: CINCAP
