Guido De Grazia, miembro del Directorio de Granja Tres Arroyos, a cargo del complejo productivo de Superporco, la unidad de producción porcina de la empresa avícola, dialogó con Cadenas de Valor sobre la situación del sector en Entre Ríos y el país. El ejecutivo puso de relieve la potencialidad de esta industria, su evolución y la transformación en una cadena de integración vertical.
“Mi rol dentro del complejo productivo es trabajar en este esta industria tan apasionante, como es la industria porcina. Lo hago como uno de los directivos a cargo del y, en realidad, iniciamos nuestro camino al revés. Lo hemos hecho, al igual que la industria avícola integrándonos, en este caso de adelante para atrás, porque nuestra historia arranca con una fábrica de chacinados, ubicada en Colón, en la provincia de Buenos Aires que era de la firma San Sebastián. Entonces hoy iniciamos con la comercialización de productos derivados del porcino, jamonería cruda y cocida, chacinados, salchichas y demás. Por suerte, después de a los años pudimos quedarnos a cargo del criadero Superporco, donde hoy tenemos una unidad de crianza de mil madres y con ello pudimos lograr la integración que tanto buscábamos de transformar esos capones semanalmente en un producto de valor agregado”.
-Tanto la producción de cerdo como el consumo per cápita han crecido mucho en los últimos años…
“Si, realmente los buenos son importantes. Era algo en lo cual todos veíamos y creíamos que iba a suceder, por el consumo per cápita que hay en todas las partes del mundo. Podemos estar muy contentos de que en los últimos diez años, como mínimo, se ha duplicado el consumo per cápita, pasando de ocho kilos a dieciséis y algunos datos de referencia bastante precisos hablan de veinte kilos para estos tiempos, donde dos kilos deben ser de fiambres y el resto es todo de cortes porcinos”.
-Si se asocia este dato a la principal fuente proteína vegetal que ha aporta Entre Ríos al sector cárnico, que es básicamente el maíz, transferirlo al sector porcino como lo hizo la avicultura también es una cuestión importante, porque estamos agregando valor a un grano que de otra manera lo tendríamos que exportar en bruto…
“Absolutamente. En eso tenemos mucha historia en Granja Tres Arroyos y es una gran noticia para todos poder agregar valor paulatinamente y el día de mañana será, en vez de vender una media res, vender un producto envasado al vacío o con atmósfera modificada y todo eso es agragado de valor, es mano de obra intensiva y sumar puestos de trabajo, que es lo que a nosotros nos entusiasma y a lo que nos dedicamos”.
-En cuanto a la evolución de Superporco en estos últimos años, ¿cuál es su volumen de producción?
“La única pata que nos falta es la de la planta de faena que, seguramente en los próximos años vamos a estar trabajando sobre ese proyecto. Pero hoy lo que hacemos en Colón, tras lo cual decía mandamos seiscientos cincuenta capones semanales, más o menos, ese es el promedio. Son animales de ciento veinte kilos que van a faena y que todas esas medias reses derivan en la planta de chacinados de Colón, donde se despostan y sacamos de distintos cortes y ahí elaboramos los fiambres. Seiscientas cincuenta capones semanales equivalen a trescientas toneladas de productos. Es una planta de mil toneladas de producto terminado, entre salchichas y demás productos terminados”.
-¿La evolución de la genética en la avicultura se da también en los cerdos?
“Las genéticas que se que se maneja en el país son todas de primera línea, una mejor que la otra. Nosotros Estamos trabajando bastante con PIC, porque también heredamos el criadero de la familia Alba. Omar Alba es alguien con quien tengo una excelente relación y nos trasladó todos sus conocimientos. También estamos probando una genética danesa, también con excelentes resultados. Estamos muy conformes con todo el proceso, el criadero está a cargo de Gustavo Corletti, un excelente profesional, que maneja el complejo productivo. Él está a cargo de probar las distintas genéticas, siempre detrás de los indicadores productivos para buscar la excelencia”.
-Cómo están funcionando los mercados en cuanto a la demanda?
“No sufrimos ningún daño profundo, principalmente nuestra gente, que es lo más importante por. Por lo tanto hemos seguido operando con normalidad. Es un criadero chico con poco volumen de personal, entonces por suerte, nos pudimos acomodar de la mejor manera y seguir evolucionando a nivel de indicadores productivos. Respecto a los mercados, nuestro único y principal cliente somos nosotros mismos, por lo cual no vimos una baja en la demanda, pero si en el producto terminado, donde si notamos una baja muy importante en todo lo que sea gastronomía. Pudimos sostener lo relacionado a supermercados, que son grandes clientes, pero todo lo que es la gastronomía fue lo que mayor impacto tuvo porque muchas cadenas cerraron directamente. Por ejemplo, nosotros somos producto proveedores todas las todas cadenas de fast food que hay Argentina y tuvieron una caída descomunal de ventas porque tenían los locales cerrados”.
-En cuanto la línea productos La Comarca, ¿dónde se ubican las plantas de fabricación?
“Los productos La Comarca se fabrican en planta Colón, en la provincia de Buenos Aires, a la altura del kilómetro doscientos ochenta de la ruta 8, pasando Pergamino. Lo tenemos hoy distribuido entre lo que es el canal supermercado o canal moderno, que son distribuidores y mayoristas. Es una línea que tomamos en el dos mil siete, casi finales de principios dos mil ocho. La planta chacinados venía muy golpeada porque había pasado por manos de San Sebastián en su última etapa, que fue muy dura”.
-Cómo han manejado este el tema sanitario, sobre todo en relación a la cuestión global?
“Realmente los mercados con los últimos episodios de peste porcina y todo el brote que hubo en China, estuvieron un poco revolucionados, pero dentro de nuestro criadero y en la región de Concepción del Uruguay no estamos teniendo problemas sanitarios. La empresa que nos provee la línea genética están muy cerca nuestro y nos ayudan mucho en cuanto a la prevención de cualquier problema”.