El presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) Roberto Domenech señaló a Cadenas de Valor que “los daños por la sequía fue un tema sumamente delicado, muy complicado. No fue sólo el clima de un año, pero yo diría que, por fortuna y dentro de lo lamentable para los productores con el daño económico que les causó la sequía, desde el punto de vista comercial y gracias a la gestión del secretario de Agricultura, Juanjo Bahillo como también el entendimiento y el diálogo con el centro de exportadores, se pudo administrar lo que el Gobierno determinó como esencial para la transformación en el mercado interno. Desde ese punto de vista pudimos manejar las distintas situaciones”.
“Por un lado, el sector exportador decidió atrasar los compromisos ya contraídos ciento ochenta días, lo cual para ellos era una solución política y económica a nivel internacional, porque existían ya los contratos firmados. Eso descomprimió de alguna manera el mercado, manteniéndolo en los precios internacionales y, en la mayoría de los casos, levemente por encima. Y después, cuando se presentó el tema de la de la soja, desde el punto de vista netamente económico, porque respondía a stocks existentes, no a la nueva cosecha, el soja I nos representó un costo muy importante porque, bueno, la idea con la que se desarrolló era que se aplicará sólo para la exportación. Así fue, pero modificó totalmente el precio del mercado interno. Explicamos ene se momento el impacto que representaba para el sector. En el soja II pudimos encontrar un camino donde se compensó, de alguna manera, la diferencia con un reconocimiento a los productores de treinta mil pesos por tonelada, que se había consumido y comprado entre el 28 de noviembre y el 31 de diciembre”.
“De todos modos hay que pelear para conseguir el maíz y lo mismo en cuanto a harina de soja y poroto. Pero diría que hemos atravesado momentos más difíciles antes y que se administró internamente muy bien la crisis, porque tanto nosotros como el feed lot o los cerdos, no tuvimos problemas graves de abastecimiento o de precios imposibles de pagar. Así que esperemos con las lluvias podamos tener para el próximo año una cosecha récord para bien de los que siembran y los que producen para el país. Para que nosotros también sigamos transformando materias primas primarias en productos industriales”.
Crecimiento para 2023
“Las proyecciones que surgen del alojamiento de reproductoras marcan un crecimiento del orden del tres por ciento para este año. Es un número muy importante en el volumen de producción que tenemos y, sobre todo, con las exportaciones acotadas, producto de la de la Influenza Aviar. De todas maneras, nuestro crecimiento de consumo es un crecimiento más lento que el cerdo por ahora. Después seguramente se va a marcar también en esta producción. Porque por un lado crece el volumen de producción, pero por el otro lado, se marca claramente la mejora en la eficiencia de conversión. En consecuencia, podríamos decir que con un dos o tres por ciento de crecimiento no superaríamos el uno de crecimiento en materia primas primarias. Porque seguro que de una conversión de 1.850 podremos estar quizá en una conversión de 1.8. Esos cincuenta gramos menos por kilo de pollo vivo modifican los consumos. Nuestro consumo como el del mundo entero, con tasas de crecimiento del dos al tres por ciento, el crecimiento de demanda de materias primas primarias es del 1.1 o 1.2 por ciento. Hasta, por supuesto, un límite. Nosotros buscamos como objetivo conversiones promedio total del orden de 1.7 y estamos lejos todavía de obtener ese nivel. Hay que agregarle manejo, ya que la genética está bien, la calidad de elaboración de alimento también. En este momento estamos llegando con lo justo con los aminoácidos, pero de todas maneras llegando. Me refiero al hecho de la limitante con la disponibilidad de dólares”.
Atraso en las inversiones
“El otro eje fundamental que sigue tremendamente atrasado desde mitad del año pasado es el tema de las inversiones, el recambio de tecnología, la mejora en los galpones, todo eso viene muy atrasado y bueno, contra eso es como querer gastar menos combustible con un Falcon. Es muy difícil”
La llegada de la Influenza
“Evidentemente fue un golpe fuerte y porque bueno estamos casi convencidos que acá no iba a llegar, porque las aves migratorias terminaban su viaje en el norte argentino. Bueno, empezó por allí. Pero evidentemente, dentro de lo que quienes se dedican al estudio de las corrientes migratorias, van observando que hay un leve desplazamiento por parte de ellas. No es una casualidad que en aves silvestres apareció en Salta, después saltó a Rio Negro donde fue importantísima la cantidad. Es el único caso en pollos parrillero que se ha registrado y condujo al sacrificio de más de seis cientos mil aves. Pero después aparecieron tres casos seguidos en ponedoras, muchos casos en traspatio y, evidentemente en una zona que casi no tiene avicultura y la que hay es muy tecnificada porque el clima obliga.
“Evidentemente hubo fallas en bioseguridad, como decimos nosotros, esta enfermedad entra a los galpones caminando, la llevamos en los pies. Después pasó por Córdoba, donde ya no se registran casos y por la provincia de Buenos Aires Córdoba. Estábamos a quince días que se cerraran un caso en Racedo, ahí en Entre Ríos y lamentablemente apareció un caso en provincia de Buenos Aires, en cerca de la ciudad de La Plata. Más allá que son todos casos en ponedoras hay que seguir trabajando. Hasta ahora el SENASA ha trabajado fundamentalmente en evitar la dispersión del virus, es decir, trabajo con caso que ya se manifestaban claramente. Después llegó a trabajar con aves que estaban en periodo de incubación. O sea, no presentaban sintomatología, pero a los análisis daba positivo. Se la encontraba porque estaban dentro de lo que se denomina un radio de diez kilómetros, que es una zona de vigilancia. Lo cierto es quizás sumado el retorno norte de las aves migratorias al norte y mayores cuidados en las granjas, ha hecho que el tema esté bastante acotado. No obstante, es difícil que podamos retomar el estado de país libre. Vamos hacia un modelo similar al de Estados Unidos, Rusia y tres o cuatro países a nivel mundial. Y es garantizar que las aves provienen de zonas que no han registrado influenza aviar y cuyos focos han sido acotados dentro de un radio de diez kilómetros. Ahí es donde está el principal trabajo del SENASA y de la parte privada estamos comenzando a desarrollar toda una tarea que, de profundizar más en todas las condiciones bioseguridad, hacer un trabajo metódico, que eso tiene que ser público y privado, analizando por qué del último caso en Racedo, ahora aparece uno en La Plata o por qué desde el primer caso, en Chipoletti, después apareció en General Alvear, provincia de Buenos Aires, o en Mar del Plata. Es decir, algo los conectó y seguro que si se investiga vamos a encontrar un camión, maples de huevo, jaulas de pollos. Alguna cosa tiene que haber donde se tomó por descuido y, en consecuencia, rebrotó. Ese es un trabajo que tenemos que empezar ya lo estamos empezando, pero que tiene que tomar cuerpo muy rápido, porque si este modelo en este momento de cierta tranquilidad lo podemos atravesar en esas condiciones, lo que haríamos con esto ya no es contener la expansión del virus, sino evitar que el virus entre, que es el trabajo que siempre se quiso hacer, en el que siempre trabajamos cuando hablábamos de bioseguridad, que saben en que evidentemente tuvimos fallas”.
Mercados internacionales
“En cuanto a los mercados internacionales el tema de la recuperación está muy lento. Son mercados estrictos en pedir garantías. El SENASA ya está en condiciones de ofrecerlas, cosa difícil hace un mes. Tenemos que aceptar las condiciones generales y construir la mayor garantía posible, porque los mercados son duros pero es natural que así sea”.