El departamento Uruguay concentra, en su área de influencia, una cifra de producción diaria que lo coloca al tope nacional en materia de avicultura.
En la provincia de Entre Ríos lo sigue muy de cerca el departamento Colón, aunque comparten territorio en materia de instalación de granjas. Si sumamos la actividad de ambos, en un círculo imaginario de 100 kilómetros, los números son contundentes: ostentan la mayor concentración de alojamiento de aves en crianza, producen más de la mitad del pollo de Argentina y dos tercios de las exportaciones.
Por otra parte, en la misma zona existe una importante concentración de empresas proveedoras de insumos, entre ellas las de GLP, aunque también se sumaron otras en las últimas décadas, como los servicios financieros y de educación superior. No ocurrió lo mismo con el nivel medio, que no suma sino tangencialmente parte de su currículum. Completan el contexto las empresas metalmecánicas, algunas asociadas al transporte, pero otras con un desarrollo tecnológico directamente involucrado al diseño y provisión de equipamiento para la industria avícola. Laboratorios especializados en diseño y producción de vacunas y específicos para alimento, son parte también de lo que se considera esta cadena productiva, la más gravitante de Entre Ríos.
El Estado ha sumado también a ese proceso. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) acompaña al sector desde sus inicios y últimamente lo ha dotado de un laboratorio especializado de primer nivel. A su vez, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), si bien más cercano en el tiempo, le otorga al clúster avícola un perfil asociado a la industria de alimentos, que agrega, en este sentido, valor a una actividad que tiene en las propias empresas, áreas de desarrollo que trabajan para sostener el actual estado de cosas, con proyección internacional.
Un área comercial compuesta por empresas de primera línea, la mayoría con desarrollo local o regional, permite abaratar costos de transporte y utilizar recursos en cada uno de los frentes descriptos. Instancias de visibilización de este proceso, como la Expo Concepción, han servido para que el Estado municipal reúna esa sinergia. Resta, como es obvio, componer un andamiaje institucional de contención y terminar de resolver algunas cuestiones puntuales que persisten, por ejemplo, en el departamento Uruguay y que no guardan sintonía con la lógica de trabajo de la enorme mayoría de la industria.
