Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Desde su fundación el 30 de noviembre de 1964, el Frigorífico Entrerriano de Productores Avícolas S.A. (FEPASA) ha sido protagonista clave en el desarrollo de la industria avícola argentina. Este proyecto nació como una respuesta a la creciente necesidad de procesar y comercializar la producción de una región que comenzaba a destacarse en el sector, impulsado por el esfuerzo de productores independientes que soñaron con una planta propia para dar valor agregado a su trabajo.
Los años 70 marcaron el inicio de una etapa de crecimiento sostenido. Fue una década de consolidación, donde la capacidad de producción se amplió para atender la creciente demanda interna. Los 80 trajeron consigo la innovación: FEPASA inauguró la primera planta de procesamiento de subproductos y dio el salto al mercado internacional, exportando pollo eviscerado a las Islas Canarias. Al mismo tiempo, su oferta interna creció con productos como el pollo embolsado.
La empresa también fue pionera en los 90, introduciendo el procesamiento de garras de pollo congeladas y logrando la habilitación para exportar a la Unión Europea en 1997. Sin embargo, el camino no siempre fue fácil. Las décadas posteriores presentaron desafíos económicos y crisis internas que pusieron a prueba la fortaleza de FEPASA.
Una nueva gestión, con visión y liderazgo renovados, asumió las riendas para enfrentar las adversidades. Con una estrategia clara y compromiso, la empresa logró resurgir, entrando en una etapa de renacimiento que hoy la posiciona como un ejemplo de resiliencia en la industria avícola.
En este 60º aniversario, FEPASA celebra su rica trayectoria, marcada por la innovación, el trabajo colectivo y el espíritu emprendedor que la vio nacer. Su historia es la de un gigante que sigue construyendo un futuro prometedor, llevando el sello entrerriano al mundo.